El Toño I

CUADERNO DE BITÁCORA DEL "TOÑO I"


Este modelo nació de una antigua maqueta estática, que andaba por casa desde hace años, y a la que no tenia tiempo de comenzar. Se trata de una reproducción de un atunero del cantábrico, al que con algunas modificaciones, le he implantado unas piezas de un todo terreno a radio control, que mi hijo Toño, había averiado y al que decidimos darle otro uso. Así aprovechando, motor, servo, y el circuito de la emisora, comenzamos la construccion del que decidimos llamar Toño I.





Tan solo había realizado hace años una maqueta estática del Juan Sebastian El Cano, pero convertir una maqueta estática en dinámica, seria algo mas complicado de lo que creíamos, ya que rápidamente nos dimos cuenta de que se debía construir un barco sobre un motor, y no al contrario. Para la próxima ya no se nos ocurrirán cosas, como pegar la cubierta antes de instalar los servos, o tomar la precaución de "vaciar" las cuadernas, para así no tener mamparos, que dificultan la instalación de la electromecánica que ha de instalarse para la propulsión y el manejo del barco.





Tras una locura al intentar centrar, finalmente con éxito, el eje de la hélice, así como el timon, contrapesos, motor, servos, y resto del cableado, comenzamos a pintar el buque, trabajo, que toño realizo, no sin antes cerciorarme de que tenia a mano suficiente cinta de carrocero, aguarrás, trapos y camisas viejas que manchar, ya se sabe, los artistas son así. y tras algunos retoques, barnices marinos, y detalles decorativos, el "Toño I" estaba listo para ser botado
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Así que acompañados por mi mujer Begoña, y nuestros amigos Mariano y Cristina, nos fuimos el 3 de Mayo del 2009 al rio artificial del parque de Aluche, en Madrid, y tras un pequeño baño de cerveza Mahou (romper el botellín en el casco no nos pareció apropiado), y bastante temor a que el pequeño barco comenzase a hacer agua, y quedase a merced de habitantes subacuáticos, procedimos a su botadura.





La botadura fue todo un éxito, a pesar de que apreciamos una escora excesiva en los virajes a estribor, que podían hacer que en las manos de un experimentado piloto como Toño, el barco zozobrase irremediablemente. Así que nos metimos otra vez en el astillero. Tras revisar contrapesos, y realizar un revestimiento en plomo de la baja quilla, (labor esta que no habría sido posible sin la inestimable ayuda de nuestro amigo Mariano) procedimos a hacer una segunda salida, esta vez a Puerto Galapagar, para comprobar las mejoras realizadas, esta vez sin demasiado éxito, ya que tras comprobar una gran mejora en la estabilidad del buque, comprobamos que una pequeña vía de agua se abría paso por la zona de popa. Se acabaron la pruebas por ese día. Otra vez al astillero.




Una vez allí comprobamos que el problema estaba en el excesivo peso del puente, que quedaba a altura, desequilibrando el buque, y mas concretamente en el peso de su chimenea fabricada en latón, y que descompensaba al resto de la estructura. Actualmente estamos fabricando otra de menos peso, cuando la tengamos acabada, seguiremos contando.







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